El exitoso autor y educador Dan Buettner presenta su serie documental de cinco partes, Live to 100: Secrets of the Blue Zone, que ahora se transmite en Netflix. Buettner nos lleva a las llamadas Zonas Azules: grupos de población con números extraordinarios de centenarios y personas que se mantienen saludables y activas hasta bien entrados los 90 años.

Las zonas azules que visita Buettner en el documental son: Cerdeña, Singapur, la isla de Okinawa en Japón, Nicoya en Costa Rica, Loma Linda en California y la isla de Ikaria en Grecia. Su misión es descubrir qué están haciendo las personas en estos diversos lugares para lograr esta notable longevidad y qué tienen en común, si es que tienen algo.
Su conclusión: no son tanto las elecciones y hábitos de estilo de vida individuales los que explican una vida larga y saludable, física y mentalmente, en las Zonas Azules, sino los estilos de vida y las elecciones impuestos por el medio ambiente y la cultura.
Los seres humanos, dice Buettner, “evolucionaron en un entorno de dificultades y escasez y ahora vivimos en un entorno de comodidad y exceso”.
La gente de las Zonas Azules, dice, “vive más sin intentarlo. Viven la vida y se mantienen alerta hasta el final”.
El objetivo de la serie es inspirar y animar a todos los espectadores a hacer lo mismo. Éstos son algunos de los factores que contribuyen a la longevidad:
Moverse con naturalidad a lo largo del día
Las personas en la Zona Azul no necesitan inscribirse en gimnasios ni dedicar tiempo a hacer ejercicio durante el día, se mueven con naturalidad durante todo el día. Ni siquiera lo saben, pero están haciendo ejercicio y quemando calorías.
Están caminando, haciendo jardinería en busca de importantes fuentes de alimentos y haciendo tareas domésticas.
En un pueblo de montaña de Cerdeña, por ejemplo, tienen que subir por caminos y carreteras empinados, lo que requiere un gasto extra de energía, así que se concluye que uno de los mayores predictores de la longevidad fue la pendiente de la aldea.
En Okinawa, las casas tienen muy pocos muebles y la gente suele sentarse en el suelo. Subir y bajar todo el día equivale a hacer sentadillas que fortalecen los músculos de la parte inferior del cuerpo.
Qué podemos hacer: Caminar antes que tomar un vehículo, o pasear al perro, trabajar en el jardín, usar las escaleras en lugar del ascensor, no depender de máquinas o dispositivos que te ahorran trabajo, como aspiradoras robotizadas y picadoras de alimentos eléctricas, cocinar desde cero, hacer las cosas a mano, sigue moviéndote tanto como sea posible, siempre que sea posible.
Consumir alimentos bajos en calorías y ricos en nutrientes, pero sin excesos
En Nicoya, Costa Rica, el maíz, el frijol y la calabaza son los pilares de la dieta y aportan la misma proteína que la carne cuando se comen juntos. En Okinawa, las batatas moradas representan aproximadamente el 70 por ciento de la dieta y aportan fibra dietética, vitaminas A y C y minerales como calcio, magnesio, potasio, zinc y antocianina, un antioxidante natural. También consumen un promedio de tres onzas de soja por día. Los Adventistas del Séptimo Día en Loma Linda comen principalmente una dieta basada en plantas, que consiste en frutas, verduras, nueces, cereales integrales y frijoles.
Los residentes de Ikaria beben muchas infusiones de hierbas con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, consumen miel cruda nutritiva, usan aceite de oliva en lugar de grasa animal y disfrutan de una copa de vino. La gente de las Zonas Azules “disfruta comiendo comida deliciosa”, dice Buettner. Pero no se trata sólo de qué alimentos se comen o se evitan, sino también de cuánta comida se come. Los habitantes de Okinawa dicen "hara hachi bu" antes de comer. Literalmente significa "ocho de cada diez", pero es un recordatorio constante de que debes dejar de comer cuando estés lleno en un 80 por ciento.
Qué podemos hacer: Reducir o eliminar los alimentos de origen animal, evitar la comida rápida y la comida procesada, beber té de hierbas, comer frutas, verduras y nueces (y batatas moradas japonesas, si puede encontrarlas). Deja de comer antes de sentirte satisfecho.
Ten un propósito, encuentra significado y observa las tradiciones
Los Adventistas del Séptimo Día de Loma Linda viven en una comunidad religiosa que valora mucho el voluntariado y las actividades comunitarias.
Los residentes de Okinawa practican rituales sagrados diarios.
Y en Nicoya, Costa Rica, la gente aprecia la idea de la "plana da vida": un sentido de propósito.
Qué podemos hacer: aprovecha las numerosas oportunidades de voluntariado disponibles en nuestras comunidades, realizar caminatas por la naturaleza y participar en el aprendizaje permanente. Observa o inicia tradiciones que sean significativas para ti, ya sea meditando, haciendo yoga, asistiendo a servicios religiosos, visitando tumbas familiares o encendiendo velas conmemorativas.
Mantente conectado y activo
En Okinawa, la gente pertenece a Moai, grupos sociales y de apoyo amistosos que incluyen algún apoyo financiero cuando corresponde. La soledad puede costar 15 años de esperanza de vida. Las interacciones casuales, por ejemplo con un barista o un repartidor, predicen mejor la longevidad que la dieta y el ejercicio. Encuentra grupos de ciclistas, dirígete a las canchas de pickleball, juega al tenis. Las personas que juegan al tenis tienen la mayor esperanza de vida.
Qué podemos hacer: Mantenernos en contacto con amigos y hacer planes para hacer cosas juntos, incluso si es solo un paseo o una reunión para tomar un café (aunque sería mejor un té de hierbas). Ofrece ayuda cuando sea necesaria. Únete a un club de lectura o inicia uno. Charla con personas en el ascensor de tu condominio o en tu vecindario. Encuentra un jardín comunitario para cuidar si no tienes tu propio jardín.
Cuida y protege a tu familia
En Okinawa e Ikaria no hay residencias de ancianos. Las personas mayores viven con sus hijos u otros familiares. Singapur tiene un subsidio de vivienda de proximidad, que ofrece apoyo financiero a los familiares que se mudan para estar cerca de alguien que necesita atención. Cuando un padre ingresa en una residencia de ancianos, la esperanza de vida disminuye de 2 a 6 años. Cuando no haya otra alternativa, busca una que esté cerca.
Qué podemos hacer: Trabajar para cambiar las políticas relativas a cómo se construyen y administran los hogares de cuidados a largo plazo. Considera todas las posibilidades para los familiares mayores y manténte involucrado activamente en sus vidas, incluso si no viven contigo. Incluye visitas y ocasiones familiares periódicas en tu agenda.
Reducir la velocidad para dedicar tiempo a las cosas que realmente importan
Umeto Yamashiro, un okinawense de 101 años, aconseja: “Diviértete siempre con todos. La risa nos trae longevidad”. Y añade: "No te enfades". En Cerdeña, que tiene la mayor concentración de hombres centenarios del mundo, muchos hombres son pastores y pueden controlar el estrés en sus vidas. En cada Zona Azul, disfrutar del tiempo con familiares y amigos es un hecho.
Lo que podemos hacer: Planifica un tiempo de vacaciones libre de estrés, toma siestas refrescantes, usa el tiempo libre con prudencia, aprende a lidiar con el estrés y elimínalo tanto como sea posible de tu vida. Has cosas divertidas con personas con las que sea divertido estar.
Reseña traducida y parcialmente modificada: Netflix. Everything Zoomer.
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